lunes, 23 de abril de 2012

¿QUÉ SIGNIFICA LA COSTILLA DE ADÁN? LA COSTILLA DE ADAN: EL NACIMIENTO DE UN PREJUICIO

                                                                                   Francesc Ramis Darder




    El Génesis describe la formación de la mujer a partir de una costilla de Adán: “Entonces Yahvé Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vació con carne. De la costilla que Yahvé había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre” (Gn 2, 21-22). ¿A qué costilla se refiere el texto bíblico?

    Los guerreros antiguos consideraban el abdomen como uno de los puntos más débiles del hombre. Cuando la espada del adversario se hundía en el abdomen de un soldado, los intestinos salían fuera del cuerpo, y el guerrero moría entre grandes dolores. Para proteger el abdomen, los soldados se colocaban una coraza. Pero entre ellos surgía esta pregunta: ¿porqué si el abdomen es tan vulnerable no hay ningún hueso que lo proteja?

    La mitología babilónica daba a esta pregunta una curiosa respuesta. Los primeros hombres tenían el abdomen protegido por una gran costilla, un hueso plano que protegía los intestinos. Así cuando la espada de un adversario les hería, la costilla, el hueso plano, evitaba que los intestinos saliesen del cuerpo y el hombre muriera.

    Ahora bien, decían los babilonios, cuando Dios decidió crear a la mujer, quitó al hombre precisamente la costilla que protegía el abdomen. Por tanto a causa de la  mujer, según la mitología antigua, el hombre se había convertido en un ser vulnerable; por eso la mujer debía considerarse un peligro para el hombre y la mayor culpable de su decadencia. A partir pensamientos como éste nació el injusto menosprecio por la mujer.

    La fe cristiana confiesa la igualdad del hombre y la mujer ante Dios, pues el Señor “macho y hembra los creó” (Gn 1, 27). No obstante, cuando la Biblia relata la cuestión lo hace valiéndose del lenguaje de su tiempo; y, por eso, también recoge los prejuicios de su época, como puede ser el prejuicio de la costilla de Adán..

   Debemos aprender a discernir lo que son cuestiones de fe, en este caso la igualdad del hombre y la mujer, separándolo de aquello que corresponde a prejuicios históricos, como es la cuestión de la costilla de Adán. Sólo así entenderemos la Biblia y se convertirá para nosotros en el fundamento de nuestra fe y de nuestro testimonio cristiano.

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