Francesc Ramis Darder
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Lorenzo Gasparro, La Parola, el Gesto e il
Segno. Le azioni simboliche di Geremia e dei profeti (EDB: Edizioni
Dehoniane Bologna, Bologna 2015) 144 pp. ISBN: 978-88-10-41024-0 pp. Eu 16,50.
Lorenzo Gasparro, redentorista,
doctorado en ciencias bíblicas por l’École Biblique et Archeologique Française
di Jerusalem, es profesor de Sagrada Escritura en la Universidad Católica de
Madagascar; partiendo del mensaje de Jeremías, ofrece un estudio sobre el valor
de los símbolos en el lenguaje profético. El estudio abre sus páginas con una
introducción, después desarrolla la temática a lo largo de cuatro capítulos, y
finalmente delinea un elenco bibliográfico sobre la cuestión analizada.
A lo largo de
la Introducción (9-12), el autor alude a la obra pionera de G. Fohrer (Die Symbolichen Handlugen der
Propheten (Zwingli Verlag, Zurich 1968) sobre la materia para destacar la
escasez de estudios que hayan puesto los ojos en la simbología profética.
Constatada la parvedad de trabajos, el autor explicita la hipótesis que regirá
su estudio; sin duda, sostiene el autor, los gestos simbólicos no constituyen,
como muchos intérpretes aseveran, un aspecto ilustrativo o periférico de la
profecía, sino que conforman el corazón mismo del ministerio y del mensaje de
los profetas.
Asentada la
hipótesis, el autor desarrolla en el capítulo primero (Profezia, Parola es
Gesti Simbolici; 13-50) el entramado teórico que le permitirá calibrar la
simbología profética. Comienza analizando el aspecto teórico del valor del
símbolo y del simbolismo. Después ofrece una panorámica, bien elegida y
estructurada, de los gestos simbólicos que figuran en el AT. Acto seguido,
valiéndose del análisis de los términos “’ot, signo” y “mopet,
presagio”, analiza la simbología de los gestos proféticos; de ahí infiere
que el objetivo de los gestos simbólicos estriba en trasmitir un significado
que trasciende aquello que es inmediatamente y materialmente visible a los
espectadores. Seguidamente, ofrece una panorámica de la simbología profética; a
continuación clasifica los gestos proféticos y reitera, como había señalado en
la Introducción, la centralidad de los gestos en el ministerio profético.
Esbozado el
entramado teórico, el autor centra el segundo capítulo (Gli atti simbolici di
Ger 16,1-9; 51-98) sobre el valor simbólico de Jr 16,1-9. Comienza situando la
perícopa en el conjunto de Jr 16; dicho capítulo puede ser entendido, el decir
del autor, como una reflexión sobre los acontecimientos luctuosos que
envolvieron la destrucción de Jerusalén y determinaron la cruz del exilio. Desde
esta perspectiva, Jr 16,-9, texto que alude al celibato de Jeremías, constituye
la explicación sintética del capítulo, a la vez que expresa, mediante el
celibato del profeta, la quiebra de la alianza entre Dios y su pueblo. A
continuación, el autor procede a la delimitación literaria y la traducción de
Jr 16,1-9; después delinea la estructura del texto para ahondar de inmediato en
la exégesis. La conclusión exegética no puede ser más clara: como sabemos, la
cultura semita otorgaba un valor sin medida a la familia y la descendencia, de
ahí que el celibato constituya el gesto más contundente con que el profeta,
atento al designio divino, manifieste la ruptura de la alianza entre el Señor y
su pueblo, ruptura manifestada, desde la perspectiva histórica, en el yermo del
exilio.
Establecida la
contundencia del gesto profético, el autor aborda el capítulo tercero (Azioni
simboliche e ministero profético; 99-124) para ahondar en el valor del celibato
de Jeremías como expresión de la ruptura de la alianza. Comienza describiendo
el conjunto de gestos que aparecen en Jr 16,1-9; después comenta la radicalidad
del celibato de Jeremías confrontándolo con el valor, social y teológico, que
el AT confiere al matrimonio, la fecundidad, la descendencia, y el luto ante la
adversidad. A continuación, remarca, como ya había insinuado, el valor
simbólico del gesto jeremiano; pues el celibato del profeta no solo ilustra,
como podrían percibir una lectura superficial, sino que expresa el dolor ante
la quiebra de la alianza. Ahora bien y como recalca el autor, la ruptura de la
alianza, manifestada en el celibato, no constituye el final de la relación
entre Dios y su pueblo, sino un acicate para alentar el retorno del pueblo
hacia el Dios que nunca le abandonará (ver Jr 16,5).
Analizado el
gesto profético, el capítulo cuarto (Il profeta in quanto simbolo; 125-138)
constituye una reflexión sobre el ministerio profético. El profeta aparece como
el hombre de la Palabra; pero el valor de la Palabra no se agota en la
perspectiva oral, pues toda la existencia profética constituye la revelación
del mensaje divino. Desde esta perspectiva, la vida de Jeremías también revela
la voluntad divina; por eso los gestos del profeta no se agotan en ilustrar el
mensaje predicado, sino que constituyen el hondón de su mensaje. Profundizando
en la reflexión, el autor parangona la vida de Jeremías, el profeta del
sufrimiento, con la vida de Cristo para ensalzar la solvencia del celibato
profético y de la castidad por el Reino como símbolos de la esperanza en el
triunfo del proyecto divino a favor de la humanidad entera. El estudio concluye
con el elenco bibliográfico (139-142) y el índice final (143-144).
Tras la
monografía de Fohrer, los estudios
sobre la simbología de los gestos proféticos no ha sido abundante; de ahí la
novedad del estudio de Gasparro
que vuelve a plantear el tema de la centralidad de los gestos en el ministerio
y mensaje de los profetas. Además de la novedad del planteamiento, conviene
encomiar el esfuerzo del autor por desarrollar el entramado teórico sobre el
sentido del símbolo. El análisis teórico es esencial para el desarrollo del
estudio; aun así conviene recalcar que la hondura del planteamiento que le
confiere el autor lo convierte en una herramienta muy útil para el investigador
que desee penetrar en el simbolismo profético. Como sabemos y señala el autor,
la perícopa de Jeremías concerniente al celibato (Jr 16,1-9) no ha sido objeto
de muchos estudios en los últimos tiempos; por eso la determinación por
centrarse en el análisis de Jr 16,1-9 constituye otro aspecto novedoso del
estudio. Conviene apreciar la finura con que el autor emprende al análisis
literario y exegético del texto, y valorar la erudición con que las numerosas
notas a pie de página perfilan el análisis. En definitiva, no queda más que
felicitar al autor por su excelente estudio y animar al estudioso a leer el
trabajo, eco de brevedad literaria y hondura bíblica.
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