miércoles, 15 de mayo de 2013

¿QUÉ DICEN LAS BIENAVENTURANZAS? ¿QUIÉNES SON LOS POBRES EN EL ESPÍRITU?

                                                        
                                                                                                    Francesc Ramis Darder


    Significa: Felices aquellos que eligen ser pobres porque ésos tienen a Dios por Rey. Las Bienaventuranzas (Mt 5, 1-11) son la carta magna de la vida cristiana. En ella Jesús nos dice: Si quieres experimentar la realidad del Reino de Dios no te queda otra alternativa que optar por los pobres, porque ésa es la única manera de edificar mi Reino.

    ¿Cómo podemos optar por los pobres?  En Mt 5,3 aparece la frase “porque de ellos es el reino de los Cielos” repetida en Mt 5,10 y entre estas dos ocasiones en que figura la frase aparecen siete bienaventuranzas. Así Jesús nos dice: si quieres optar por los pobres el camino consiste en cumplir los siete consejos que aparecen entre las frases “porque de ellos es el reino de los Cielos”.

     ¿Cuales son? Humildad: ser humilde significa la capacidad de saber verme tanto  mi mismo como realmente soy y a la sociedad que me rodea como realmente es. Llorar: indica la capacidad tener como mía la lágrima del sufrimiento de mi prójimo; es decir, la capacidad de ser solidario. Tener hambre y sed de la justicia era el distintivo de los profetas; aquellas personas que con lo que pensaban, decían y hacían eran coherentes con la fe que profesaban. Misericordia: alude a la decisión de entrarme a mi mismo o entregar algo mío para paliar la pobreza de mi hermano. Ser limpio de corazón equivale a ser sinceros, que aquello que pensamos sea lo que decimos para ayudar al desarrollo social y personal del prójimo. Trabajar a favor de la paz y la justicia significa la decisión de empeñar la vida para construir la sociedad sobre la base de la justicia social para todos, fundamento de la verdadera paz.

    ¿Cómo sabremos si nuestra opción por los pobres es válida? Leamos Mt 5,11: “Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos porqué vuestra recompensa será grande en los cielos”. Nuestra opción por los pobres es correcta, cuando nuestro estilo de vida provoca la oposición y la persecución por parte de quienes se oponen a la justicia y a la verdad.

    Si decidimos optar por los pobres contaremos con toda la ayuda del Espíritu Santo para llevar adelante la tarea (Mt 5,1-3).

    La opción por los pobres nos hará vivir el Reino de Dios. Esta experiencia no es fácil y sólo es factible desde la Cruz. Desde la Cruz de Jesús aprenderemos que es posible centrar nuestra vida en el amor, conoceremos la ayuda del Dios de la misericordia que nos sostiene y nos guía y, viviremos la fuerza transformadora de la Palabra de Dios, la levadura que convierte la estructura social en un pedazo del Paraíso.

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