M.
García Fernández, “Consolad, consolad a mi pueblo”. El tema de la
consolación en el Deuteroisaías (Analecta Biblica 181; Gregorian &
Biblical Press; Roma 2010) 470 pp. ISBN: 978-88-7653-181-1. € 35,00.
La obra reproduce sustancialmente la tesis doctoral defendida
en la Pontificia Universidad Gregoriana en Diciembre de 2008. El objetivo
estriba en describir el acto de consolar, esto es, como se origina, qué medios
se utilizan en aras de su consecución, y con que categorías y modalidades se
describe en la BH. A modo de correlato el estudio aporta una mejor comprensión
de la unidad de Is 40-66, a través del estudio de uno de sus núcleos
principales: la consolación. En definitiva: expone el contenido bíblico del
término “consolar”, a la vez estructura la dinámica literaria y teológica de Is
40-55 a través de la idea de la consolación.
El método de investigación se adecua al planteamiento
sincrónico y estructural, enmarcado en el horizonte de la teología bíblica.
Contempla Is 40-55 en su forma final; no obstante, como reconoce la autora, el
texto final es el destilado último de un largo proceso de redacción. Entiende
que Is 40-55 conforma discreta identidad literaria; por esa razón, el análisis
exegético considera el contenido global del libro de Isaías. Ciñéndose al
planteamiento de la teología bíblica, muestra una panorámica global de la
noción de “consolación” en Is 40-55 con la intención de probar que la noción de
“consolación” constituye un elemento redaccional que da cohesión a Is 40-55.
Asentado el planteamiento y el horizonte metodológico, la
autora estructura el estudio en tres partes. Primera: Fenomenología general de
la consolación (Capítulos I-II; 23-116p). Segunda: El tema de la consolación en
DtIs (Capítulos III-V; 117-292p). Tercera: Presentación orgánica del acto de
consolar y consideraciones conclusivas (Capítulo VI; 293-345).
La primera parte evalua el campo semántico de la raíz “consolar
(nh.m)”, para ahondar después en el proceso dinámico de la consolación a
lo largo de Is 40-55; cabe destacar la elaboración detallada con que la obra
aborda tanto el análisis del campo semántico como el proceso de la consolación.
A tenor del análisis, la consolación se produce cuando una persona, ejerciendo
su libertad, pone en marcha toda una serie de acciones para que la persona
desolada pueda abrirse, desde el horizonte de la libertad, a la salvación de la
que es portadora; por esa razón, el inicio de la consolación se produce no
tanto porque acontezca un cambio en la situación ambiental, sino por la
disposición de aquel que está sufriendo y por su disponibilidad renovada para
dejarse consolar. Ahora bien, la autora señala que, desde la perspectiva
teológica, el criterio último de la consolación será la referencia a Dios. En
ese sentido, la consolación se convierte en un acto teologal; implica que el
ser humano adopte una existencia orientada hacia Dios, aun en condición penosa
que comporta el sufrimiento.
La segunda parte analiza la forma en que se articula la
temática y el proceso de la consolación a lo largo de Is 40-55; de ese modo,
pone de manifiesto que el tema de la consolación constituye un elemento
literario para vertebrar la cohesión de Is 40-55.
Como subraya el estudio, la temática de Is 40,1-11 señala la
consolación que Dios ofrece a su pueblo; sin embargo, la comunidad se muestra
reticente al don divino. Por eso el contenido de Is 40-55 describe
metafóricamente el esfuerzo de Dios para que el pueblo acepte el consuelo divino.
El consuelo acintece cuando el pueblo se abre desde la libertad a la alianza
que Dios le ofrece; alianza aludida bajo la mención de David y Noé pero que se
consuma en la alianza de Sión como esposa del Señor.
Acto seguido, el estudio certifica que el horizonte de
consolación que anuncia Is 40,1-11 halla su plenitud en Is 54-55; ahora bien,
depende de la libertad humana el hecho de aceptar la consolación, por eso el
texto isaino presenta varias estrategias que posibilitan que el ser humano
acepte la consolación. De modo preciso, el análisis de Is 40,12-48,22;
49,1-52,12 destaca que la consolación o la desolación no coinciden simplemente
con un estado de dificultad o bienestar externos, dependen de la interpretación
de los acontecimientos y de la actitud con las que se perciben, siendo la
referencia teologal la que determina el estado de consolación o desolación.
A continuación, la obra ahonda en el análisis del proceso de
consolación en Is 52,13-53,12. Aunque no contenga el término “consolación”, el
Cuarto Canto constituye el texto decisivo que muestra el proceso de
consolación; la consolación acontece a través del sufrimiento y la entrega del
Siervo que aparece como el intercesor que obtiene la consolación para los “rabbim”.
El proceso de consolación implica la reanudación del pacto con Dios;
precisamente esa es la finalidad de la justificación-intercesión emprendida por
el Siervo; así, pues, sostiene la autora, la personalidad de quien intercede y
quien consuela coinciden en el cuarto canto en la figura del Siervo.
La tercera parte describe, de forma orgánica y sintética, la
experiencia de la consolación tal como la describe el DtIs. La consolación es
una acción que se realiza en el marco de la relación interpersonal, por lo que
el elemento de la libertad, tanto de quien consuela como de quien es consolado,
determina los medios y la consecución de la misma consolación. Así, el inicio
de DtIs “consolad …” establece que la consolación consiste en la reanudación de
la relación con Yahvé a través del restablecimiento de la alianza; la nueva
relación la establece Dios, con la aquiescencia del ser humano, mediante la
fuerza de la palabra y la entrega del Siervo.
El estudio concluye con una serie de tablas, siglas y
abreviaturas. Un elenco bibliográfico amplio. Índice de autores. Índice de
citas bíblicas. Índice general.
A nuestro entender, el libro constituye una reflexión
interesante, útil y novedosa para el conocimiento de Is 40-55. En primer lugar,
el estudio de la consolación se enmarca en el horizonte de una serie de
trabajos que, desde la perspectiva teológica (alegría, sufrimiento, etc.),
abordan la comprensión de Is 40-55 como una entidad propia y ensamblada en la
globalidad del libro de Isaías. El intento de establecer el planteamiento
global de Is 40-55 tendió a llevarse a cabo desde perspectivas literarias o
textuales; en ese sentido, la elección de un tema específico (la consolación),
esboza la comprensión de DtIs desde el prisma teológico.
En segundo lugar, pudiera parecer que la elección del tema de
la consolación constituyera una temática demasiado genérica para abordar el
planteamiento de Is 40-55 y que la ausencia del término “consolar” en el Cuarto
Canto desaconsejara el estudio de la figura del Siervo como mediador de la
consolación. Sin embargo, la autora, mediante el análisis literario y
terminológico, convierte las supuestas adversidades en elementos decisivos para
ahondar, de forma novedosa, en el planteamiento de Is 40-55.
En tercer lugar, el estudio destaca por el análisis
pormenorizado del aspecto literario y textual de las perícopas, enmarcadas en
Is 40-55. En cuarto lugar, merece destacarse la novedad que aporta el estudio
teologal de la consolación, su relación con la alianza, el papel del Siervo y
de la Palabra en la consolación del ser humano, y desarrollo del proceso de la
consolación desde la vertiente psicológica. En definitiva y a nuestro entender,
el estudio representa una aportación novedosa, profunda y bien hilvanada para
el conocimiento de la estructura de Is 40-55 y para el análisis de su
planteamiento teológico.
Francesc Ramis Darder
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