Francesc Ramis Darder
La situación actual por la que transcurren los estudios referidos a los libros proféticos es compleja y diversa; para que el lector pueda hacerse una idea, expondremos la situación de los estudios referidos a la profecía de Isaías.
Con la intención de otorgar claridad a los estudios isaianos se celebró en 1989 el Congreso de Lovaina, que abordó aspectos textuales, históricos, literarios y teológicos del libro. Desde la perspectiva literaria se estudió la obra en su conjunto (1-66), para abordar después cada una de sus partes (1-39; 40-55, 56-66). Los resultados del Congreso permiten extraer las siguientes conclusiones.
a. El libro de Isaías proviene de un largo proceso literario, pero a la hora de identificar las fases de la historia de la redacción no existe acuerdo entre los comentaristas (Bogaert, Hermisson, Kaiser, Rendtorff; Vermeylen).
b. El texto de Isaías presenta un sentido global coherente, pero cuando se quiere determinar su estructura concreta, no hay consenso entre los autores (Nobile, Jenkins, Talstra, Wieringen).
c. El libro de Isaías ha experimentado un largo proceso de redacción, y en cada fase ha presentado una estructura determinada. Según Rendtorff es necesario utilizar conjuntamente los métodos sincrónicos y diacrónicos.
d. Los libros del Antiguo Testamento no se escribieron de manera aislada, sino en el conjunto de una gran tradición que cristalizó en obras concretas. Sería necesario comparar la obra de Isaías con Ben Sirá, la Escuela Deuteronomista, Ezequiel, Zacarías, Salmos, y otros libros. Es igualmente necesaria la confrontación de los hechos históricos con su reflejo teológico en 1-66.
e. Parece conveniente una mayor valoración de las traducciones de Isaías, especialmente la Septuaginta y la Vetus Latina.
Los años posteriores al Congreso han aportado numerosos estudios, entre los que hay que destacar tres obras de conjunto editadas por Melugin-Sweeney, Broyles-Evans, y Ruiten-Vervenne. Los autores mencionados analizan la globalidad del libro de Isaías, sus tres secciones principales (1-39; 40-55; 56-66), y los temas más significativos: Cánticos del Siervo, Oráculo de Ciro, la Nueva Jerusalén, fragmentos contra la idolatría y aspectos teológicos, históricos y textuales.
Entre el congreso y el momento presente los estudios sobre el libro de Isaías se han desplegado en cinco vertientes principales:
Estudios Sincrónicos (Baltzer, Blenkinsopp, Breuggemann, Clifford, Childs, Gitay, Laato, Melugin).
Estudios Diacrónicos (Gosse, Oorschot, Rendtorff, Schoors, Tomasino, Vermeylen).
Estudios Intertextuales (Bastiaens, Beentjes, Conrad, Dijkstra, Lust, Ruiten, Steck, Sweeney).
Estudios Históricos. Los estudios de la literatura, la arqueología, la historia, la geografía del período persa y del helenístico han permitido establecer, con mayor claridad, el escenario en el que vio la luz el libro de Isaías (Albertz, Barstad, Berquiss, Gonçalves, Laperrousaz, Lipschits).
Estudios Textuales y Sintácticos (Flint, Gelstron, Korpel, Kooij, Kuntz, Moor, Porter, Ulrich, Tov).
Durante los últimos años la investigación sobre el libro de Isaías ha seguido las cinco líneas descritas; pero, en el fondo, existen tres principios motores que rigen el estudio:
a. Aparece reforzada la tendencia a entender el libro de Isaías como unidad de sentido (1-66), aunque destaquen tres unidades mayores significativas (1-39; 40-55; 56-66).
b. Afloran nuevos elementos de discusión, especialmente para el segundo Isaías. La propuesta de redacción de 40-55 en Jerusalén. El estudio del tema del Segundo Éxodo completado con su significado referente a la Restauración de Israel. El cambio de perspectiva respecto a la identidad de las cosas primeras y las que sucederán después mencionadas en 40-46. La revisión de la noción de los Cánticos del Siervo en el sentido en que los entendió B. Duhm. La consideración de las sátiras contra la idolatría como parte integrante de 40-55. La valoración de las versiones antiguas y el texto Qumrán como tradiciones de interpretación del libro de Isaías. El estudio de la forma final del libro de Isaías, nacido a finales del período persa o a comienzos del período helenístico.
c. Destaca, especialmente, la valoración del contenido metafórico del libro de Isaías en relación con el resto del Antiguo Testamento, y la apreciación de la importancia de la intertextualidad en la redacción de 1-66.[1]
[1] La síntesis que exponemos figura ampliada en: F. Ramis, Isaías (Madrid 2004) 27-30. F. Ramis, Isaías 1-39 (Bilbao 2006). F. Ramis, “Protoisaías, Déutero-Isaías”, en J. L. Barriocanal (dir.), Diccionario del Profetismo Bíblico (Burgos 2008) 590-602; 202-214. Respecto de la literatura profética, hay que enfatizar la obra de F. Raurell; como botón de muestra: F. Raurell, Profeta: El forjat per la Paraula (Barcelona 1993).
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