Francesc Ramis Darder
                                                                
bibliayoriente.blogspot.com
La oración es el
encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. Dios tiene sed de que el
hombre tenga sed de El (S. Agustín).
Metodología para la
oración:
1.Comencemos haciendo
unos momentos de silencio; Sintámonos bien con nosotros mismos, en paz.
2.Observemos nuestra
vida. Aquellas situaciones que nos alegran, y también aquellas que nos provocan
angustia y dolor.
3.Leamos algún texto
de la Sagrada Escritura (en estas hojas tenemos un conjunto de citas tomadas de
la Biblia). Elijamos una cada día de la Cuaresma y de la Semana Santa. Leámoslo
despacio. Fijémonos en alguna palabra o en alguna frase que pueda iluminar
nuestra vida.
4.En nuestro interior
vayamos repitiendo lentamente esta palabra o esta frase. 
5.Apliquemos esta
palabra o esta frase a la situación de nuestra vida que antes hemos
contemplado. Pidamos a Dios que nuestro actuar vaya en consonancia con estas
palabrasra que hemos repetido en nuestro interior.
FEBRERO
Día 10. “No sólo
de pan vive el hombre, sino de toda palabra que brota de la boca
              de Dios” (Mt 4, 4).
11. “El Reino de
Dios no tiene que ver con lo que uno come o bebe; camina en la
       justicia, la paz y el gozo del Espíritu
Santo” (Rm 14, 17).
12. “Hermanos:
Habéis sido llamados a la libertad, pero no os aprovechéis con
        egoísmo, sino al contrario: por el amor
servios unos a otros” (Gal 5,
13).
13. “Aspirad a
las cosas grandes ... sintonizad con las cosas de más arriba,
        no con las  de la tierra” (Col 3, 1-2).
14. “En verdad
os digo: el comportamiento que habéis tenido con cualquiera de mis
      hermanos más pequeños, lo habéis tenido
conmigo” (Mt 25, 40).
15. “No te
avergüences nunca de dar testimonio de nuestro Señor Jesucristo”
      (2 Tm 1, 8).
16. “Dios es
Espíritu, por eso aquellos que le adoran deben hacerlo en espíritu y en
      verdad” (Jn 4, 24).
17. “El Espíritu
acude en ayuda de nuestra debilidad: en la oración, nosotros no
      sabemos a ciencia cierta lo que debemos
pedir, pero el Espíritu en persona
      intercede por nosotros con gemidos”  (Rm 8, 26).
18. “Si alguno
de vosotros quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, que tome su
      cruz y que me siga” (Lc 9, 23).
19. “Vuestro
Padre sabe lo que os hace falta antes que se lo pidáis” (Mt 6, 8).
20. “Buscad
primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por
      añadidura” (Mt 6, 33).
21. “Si os
mantenéis en mi palabra, seréis en verdad discípulos míos, tendréis 
      experiencia de la verdad y la verdad os
hará libres” (Jn 8, 31-32).
22. “¡ Cuántas
gracias le doy a Dios por Jesús, Mesías, Señor nuestro !” (Rm 7, 25).
23. “El amor que
Dios nos tiene inunda nuestros corazones por el Espíritu Santo
       que 
nos ha dado”  (Rm 5, 5).
24. “Seguidme y
os haré pescadores de hombres”  (Mc
1, 17).
25. “No habéis
recibido espíritu de esclavos para tener miedo, sino un espíritu de
        hijos, que nos hace clamar con fuerza:
Abba, Padre” (Rm 8, 15).
26. “Dejad de
amontonar riquezas en la tierra, donde la polilla y la carcoma las
        echan a perder y donde los ladrones
abren boquetes y roban”  (Mt 6, 20).
27. “Cuando
hagas limosna, que tu mano izquierda no se de cuenta de que lo hace
        tu derecha” (Mt 6, 3).
28.“Los frutos
del Espíritu son: amor, alegría, paz, paciencia, humanidad,
        bondad,   fidelidad, mansedumbre, control de uno
mismo” (Gal 5, 22).
29. “Pues si
perdonáis las culpas a los demás, también vuestro Padre del Cielo os
        perdonará a vosotros” (Mt 6, 14).
MARZO.
1. “Pienso que
todos los sufrimientos de este mundo no tienen comparación con 
        la felicidad que se ha de revelar en
nosotros” (Rm 8, 18).
2. “Aquel que no
escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos
       nosotros,  ¿ cómo es posible que con El no los lo regale
todo ?” (Rm 32).
3. “El ayuno que
yo quiero es éste: abrir las prisiones injustas, hacer saltar los
        cerrojos de los cepos, dejar libres a
los oprimidos, partir tu pan con el 
        hambriento, hospedar a los pobres sin
techo, vestir al que ves desnudo ...”
        (Is 58, 6-7).
4. “El Señor es
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor hay libertad” 
        (2 Cor 3, 17).
5. “Bienaventurados
los pobres porque de ellos es el Reino de los Cielos”
       (Mt 5, 3).
6. “Amad a
vuestros enemigos y rezad por aquellos que os persiguen; así os 
        asemejaréis a vuestro Padre del Cielo,
que hace salir el Sol sobre buenos y
        malos y envía la lluvia a justos e
injustos” (Mt 5, 44-45).
7. “Aquello que
viene de fuera no puede ensuciar al hombre ... lo que le ensucia
        es  
aquello que le sale de dentro” (Mc 7, 18.21).
8. “Igual que mi
Padre me amó os he amado yo. Manteneos en ese amor que os
        tengo, y para manteneros en mi amor
cumplid mis mandamientos” (Jn
15, 9).
9. “A los ricos
de este mundo insísteles en que no sean soberbios ni pongan su
        confianza en riqueza tan incierta, sino
en Dios que nos procura todo en
        abundancia para que lo disfrutemos” (1 Tm 6, 17).
10. “Estad
siempre alegres, orad constantemente, dad gracias en toda circunstancia
        porque esto quiere Dios de vosotros
como cristianos” (1 Tes 5,
17).
11. “Si yendo a
presentar tu ofrenda ante el altar, te acuerdas allí que tu hermano
        tiene algo contra ti, deja tu ofrenda
ante el altar, y ve primero a reconciliarte
        con tu hermano; vuelve entonces y
presenta tu ofrenda” (Mt 5,
23).
12. “Por qué te
fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la
        viga que tienes en el tuyo” (Mt 7, 3).
13. “No basta
decir  <Señor, Señor> para entrar
en el Reino de los Cielos; no, hay
        que poner por obra el designio de mi
Padre del Cielo” (Mt 7, 21).
14. “Acercaos a
mí todos los que estáis cansados y agobiados, que yo os daré
        respiro” (Mt 11, 28).
15. “Os doy un
mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; igual que yo os he 
        amado, amaos también entre vosotros. En
eso conocerán que sois discípulos 
        míos: en que os amáis unos a otros” (Jn 13, 34-35).
16. No estéis
agitados; fiaos de Dios y fiaos de Mí” (Jn 14, 1).
17. “No me
elegisteis vosotros a mí, fui yo quien os eleg a vosotros y os destiné a
      que os pongáis en camino y deis fruto” (Jn 15, 16).
18. “Os he dicho
estas cosas para que gracias a Mí tengáis paz. En el mundo
      tendréis 
apreturas, pero, ánimo, que yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33).
19.  “Por consiguiente acogeos mutuamente como
el Mesías os acogió para honra
       de Dios” (Rm 15, 7).
20. “A nadie le
quedéis debiendo nada más que el amor mutuo, pues el que ama a 
      otro tiene cumplida la Ley” (Rm 13, 8).
21. “Esmerémonos
en lo que favorece la paz y construye la vida común”
     (Rm 14, 19).
22. “Bienaventurados
los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”
        (Mt 5,7).  
23. “Así que
esto queda: fe, esperanza, amor; estas tres, y de ellas la más valiosa
      es el amor” (1 Cor 13, 13).
24. “Por
consiguiente, queridos hermanos, estad firmes e inconmovibles, trabajando
      cada vez más por el Señor, sabiendo que
vuestras fatigas como cristianos no
      son inútiles” (1 Cor 15, 58).
25. “El favor
del Señor Jesús Mesías y el amor de Dios y la solidaridad del Espíritu
      Santo, estén con todos vosotros” (2 Cor 13, 13).
26. José de
Arimatea descolgó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en la sábana y lo puso
     en un sepulcro que estaba excavado en la
roca; luego, hizo rodar una piedra
     sobre la entrada del sepulcro. María
Magdalena y María la de Joset se fijaban
    donde era puesto (Mc 15,46-47).
27. Jesús de
Nazaret, el Crucificado, ¡HA RESUCITADO! 
(Mc 16,6). 
 
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