Francesc Ramis Darder
biblioriente
Olga Nicolau-Balasch, Poesia hebrea antiga, forma i sentit.
Lectures del llibre dels Salms, ed. Centre de Pastoral Litúrgica, Barcelona
2018, I-XVI + 660 pp. ISBN 978-84-9165-171-0.
La obra recensionada
constituye la tesis doctoral defendida por la autora en la Facultat de Teologia
de Catalunya (2017). Entre las páginas de la Introducción (pp. 1-12), señala los
valores y los límites con que la investigación han buceado en la poesía sálmica:
paralelismo, métrica, colonometría, y estructuralismo. Apreciando las
aportaciones, percibe la limitación en su enfoque ajeno a la tradición hebrea. De
ahí que proponga una nueva pista, centrada en la sugerencia del Talmud sobre
los soferim: “Por eso eran conocidos
los antiguos escribas/contadores (soferim),
eran los que contaban (soferim) todas
las letras que figuran en la Torah” (Qid 30ª). Evocando la tarea de los soferim como contadores, el estudio se
adentra en el libro de los Salmos mediante el recuento de letras. Como base del
estudio, recoge un solo manuscrito, B 19a (H. Bardtke ed. Biblia Hebraica Stuttrgartensia, Liber Psalmorum).
La Primera Parte del estudio, “Cuando los
Números aportaban sentido” (pp. 13-96), revisa la importancia de la numerología
para vehicular el sentido teológico de los textos nacidos en Mesopotamia, Grecia
e Israel. La cultura mesopotámica no se limitó a contemplar los números en el aspecto
de cifras, también les confirió, a veces, un valor teológico; a modo de
ejemplo, el perímetro de la muralla de Dür-Sarrukin, la fortaleza edificada por
Sargón II, alcanza los 16280 codos, número que corresponde al valor numérico
del título “Sargón”, de ese modo, aflora la metáfora de que el mismo Sargón (16280)
es el protector de la urbe (16280). Los pitagóricos hablan de la tetraktis, referida a la divinidad bajo
la figura de triángulo, el número sagrado y completo para representar el
universo (1+2+3+4=10); el pitagórico Filoao, sentencia que solo puede ser
narrado aquello que puede ser contado numéricamente. Al decir de la autora, si
el pensamiento mesopotámico y heleno desvela el sentido teológico bajo la
perspectiva numérica, también podría entreverse en la tarea de los soferim sobre el texto bíblico. Atendiendo
a al criterio de quienes consideran el uso de la gematría durante la etapa de
redacción de la Escritura (Gandz, Devoran, Scholem), la autora utiliza el más
simple de los métodos gemátricos (Mispar
Hekhrehi), que confiere valor numérico a las letras del alefato, para la
interpretación del Salterio. Con intención de argumentar la eficacia de la
gematría, ofrece relevantes ejemplos (Nm 1; 16; censo: 2Sam 24, 1Cr 21).
Constatada la precisión, insiste en que el método gemátrico es del todo ajeno
al estilo de la filosofía cabalística; es un método, utilizado por los soferim, que confiere estructura al
texto y permite avizorar el sentido teológico profundo.
La Segunda Parte, “Los Predecesores” (pp.
97-262), estudia la aportación de tres autores que desde la gematría han
ahondado en el texto bíblico. Desde la perspectiva académica procedente de la
crítica numerológica, Casper C. Labuschagne (pp. 97-154), parte de tres
principios, a saber: los masoretas procedían al recuento de versículos,
palabras, y letras; el método gemátrico estuvo en uso durante el período
bíblico; y que la raíz spr puede
entenderse como “contar numéricamente”, “narrar”, y “escribir”. Aun valorando
la investigación, entiende que el planteamiento se aleja de la óptica de los soferim. Desde la óptica judía, Jacob
Bazak (pp. 155-198), fundamenta el estudio del Salterio sobre la detección de
centros aritméticos, números simbólicos, apreciación de frases y palabras en la
isometría del poema. La perspectiva judía permite una mayor hondura en el
análisis gemátrico del Salterio; aun así, la autora discrepa de la valoración
numérica conferida a ciertas palabras, extraídos de textos distintos del
Salterio (ex. twb = 17). Desde el
horizonte monástico, Ramon Ribera-Mariné (pp. 199-261), inspirándose en las
aportaciones de Westermann y Enciso, y atento a la perspectiva de los soferim, establece la estructura del
Salterio desde las indicaciones ofrecidas por los títulos: Sal 1-2; 3-32; 33 y
34-41; 42-72; 73-89; 90-92; 93-100; 101-110; 111-112.113-118; 119; 120-134;
135-137; 138-145; 146-150. No se limita a esbozar la estructura, ahonda en el
sentido teológico. La perspectiva de los soferim
evocaría, desde la nomenclatura actual, la lógica borrosa o calidoscópica;
pero, como es obvio, la investigación de Ribera-Mariné constituye, como remarca
la autora, un trabajo pionero y original para el estudio del Salterio.
La
Tercera Parte, “Buscando nuevos ejemplos” (pp. 263-594), desarrolla la triple
perspectiva, descrita en la Segunda Parte (académica, judía, monástica), para
apreciar nuevos ejemplos que atesten la tarea de los soferim. Atenta a la presentación mencionada, elige cuatro palabras
clave para captar la teología del Salterio, en consonancia con la perspectiva
de los soferim, a saber: feliz (`shr), David (dwd), bendito (brwk), y
Sión (tsywn).
A continuación, procede al estudio de
treinta salmos que contienen las tres primeras palabras; por razones
metodológicas, solo tiene en cuenta la última, Sion (tsywn), cuando coincide en el texto con una de las otras. Los
salmos estudiados son: Sl 1; 2; 18; 28; 31; 32; 33; 34; 40; 41; 65; 66; 68; 78;
84; 89; 94; 106; 112; 118; 119; 122; 124; 127; 128, 132; 136; 137; 144, 146. La
autora sitúa el texto hebreo del salmo en la página derecha, y en la izquierda
el comentario. En el texto hebreo subraya el número de palabras, la
distribución de los cuatro términos elegidos, y el centro aritmético, entre
otros motivos; a lo largo del comentario, extrae, desde dos perspectivas
concomitantes, el sentido teológico que destila el salmo. La primera se centra,
atenta a la visión de los soferim, en
el estudio de frases paralelas, palabras situadas isoméricamente, términos
clave, relaciones literarias, y centros significativos, entre otros aspectos;
la segunda recoge el comentario personal de la autora para de cada uno de los salmos
con el apoyo de obras clásicas (Freuer, Hengstenberg, Dilitzch, Brigg, Gunkel,
Ravasi, Alonso, Carniti, Hossfeld, Zengler, Vesco, Labuschagne). De ese modo,
el estudio no se constriñe, ni mucho menos, a la perspectiva numérica, sino
que, anclado en la tradición de los soferim,
ahonda, con gran profundidad, en el sentido teológico de los salmos elegidos
permitiendo al lector captar la espiritualidad del Salterio.
Finalmente, figura una breve conclusión
(pp. 595-602), un extenso elenco bibliográfico (pp. 603-624), y el índice de
autores, citas bíblicas e índice general (pp. 625-660); las primeras páginas
contienen las abreviaturas de libros y revistas (xiii-xvi).
En síntesis; a lo largo del estudio, la
autora atestigua la solvencia del método de los soferim para delinear la estructura y, sobre todo, el sentido
teológico de los treinta salmos estudiados; así certifica que la exégesis
puede, superando la perspectiva del análisis literario y adoptando la
perspectiva numérica, ahondar en la comprensión del teológica del Salterio. A
nuestro criterio, la valía del estudio reposa sobre tres pilares principales.
El primero consiste en su vinculación con la tradición de los soferim, tan descuidada por la exégesis,
no solo como “contadores materiales de palabras”, sino como quienes, valiéndose
de los números, cincelan la teología sálmica. El segundo radica en el anclaje
del planteamiento en el seno de la tradición académica, judía, y monástica
(Labuschagne, Bazk, Ribera); de ahí que el comentario no se agote en la
perspectiva literaria o numerológica, sino que aborde la perspectiva teológica.
El tercero estriba, por una parte, en el planteamiento panorámico que emprende
la autora (Mesopotamia, Grecia, Israel), junto a los numerosos ejemplos que ofrece
para desvelar el valor de la gematría; y, por otra, en la adecuada elección de
las cuatro palabras clave para el estudio del Salterio, además de la
profundidad teológica que destila el análisis de treinta salmos. Conviene
reseñar también la amplitud de la bibliografía aducida y la meticulosidad de
las notas a pie de página. En definitiva, el estudio constituye una aportación
señera y una valiosa llave, heredada de la tarea de los soferim, para la comprensión de la estructura y la teología del
libro de los Salmos.
Francesc Ramis Darder
Universitat de les
Illes Balears
c/Sant Bernat 1
07001 Palma de Mallorca
Illes Balears
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