Las narraciones de la resurrección de Jesús presentan una frase fundamental “Buscáis a Jesús Nazareno, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí...” (Mc 16, 6). Esta expresión es el centro del NuevoTestamento y de toda
La certeza de que Cristo Vive es el centro de nuestra fe. Sucede que el lenguaje humano es insuficiente para expresar el significado preciso de la resurrección de Jesús. Por eso el NT utiliza dos tipos de vocabulario, entre otros, para describir la vida nueva del Señor: el lenguaje de resurrección y el de exaltación.
El lenguaje de resurrección figura en las narraciones de la tumba vacía (Mt 28, 1-10 y par.); “Porqué buscáis entre los muertos al que vive. No está aquí, ha resucitado” (Lc 24, 5-6). Se basa en un esquema temporal; Jesús “antes” estaba muerto y “ahora” ha resucitado. Tiene la ventaja de destacar la continuidad en la persona de Jesús. El mismo Jesús que predicaba en Palestina y murió en Jerusalén es el que ha resucitado; pero, muestra la desventaja de no explicar la nueva vida que alcanza Cristo después de la resurrección.
De ahí que
La resurrección de Jesús es un hecho de revelación que se percibe desde la fe; el lenguaje bíblico la explica mediante el vocabulario de resurrección y exaltación; y la vivencia de la comunidad cristiana la experimenta de forma privilegiada en la celebración de
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